Objetivo:

viajar en la bicicleta, Rocinante, por diferentes culturas. Vivirlas, empaparme de ellas, de la lentitud del viaje, de las sensaciones, olores, sonidos, emociones y consecuencias. Ser esponja del mundo que me rodea en cada momento. Crecer un poco más, para ser más humano, sencillo, abierto. Y compartirlo.
De momento, Vietnam, Camboya, Tailandia, Malasia...














jueves, 10 de noviembre de 2011

Sobre la tripa y otras cosas

Salí de viaje con una tripa. La tripa que cualquier humano de mi edad tiene, cuando hecha tripa. De siempre fui delgado e, incluso, cuando era joven, tenía el apodo de boli, por lo flaco.
El tiempo, la vida vivida y los años que compartí con ella, hicieron que esta fuera creciendo, hasta tal punto que un día al estar de pie, dejé de verme los zapatos. Esto ocurrió poco a poco. Primero dejé de verme los cordones y un día, sin saber cuando ni porqué, deje de verme las punteras,
Así que salimos de viaje Rocinante, mi tripa y yo. Y, en los propósitos del viaje, entre otros, había tres cuestiones:
A. Darle a Rocinante lo suyo. Es potro y se que necesita desahogarse. Siempre parece que él va sobrado y yo detrás de él. Pues ya veremos. De momento lo mantengo calmado pero la gran prueba, aún no ha llegado. Días habrá donde nos veremos las caras frente a frente y nos mediremos y sabremos cada cual, quien es quien.
B. Darle a la tripa su merecido. Machacarla, acabar con ella. Eliminarla. Hacerla fosfatina.. Líquido menguante, grasa para la cadena de Rocinante. 
Pero la tripa tiene vida propia. Es un ser egoísta, incapaz de darse por vencida. Pero lo curioso, lo mejor, es que lo hace con la mejor de las sonrisas. Con cariño. Pone los ojitos lánguidos y pide una cerveza. Me mira de una manera, que es imposible decirle que no. Y gana la partida. Se sale con la suya. Y yo, me tengo que beber la cerveza.
Y, así, yo también la sonrio y me dejo engatusar. Aquí, en la soledad de mi solitaria compañía, la estoy cogiendo cariño y empezando a verla con buenos ojos, como a una amiga.
Buda también tiene tripa. Buda feliz. Sentado, descansando sus pechos sobre ella. Llevo el mismo camino.
C. Viajar en solitario, sacudiéndome las rarezas de mi cultura, los miedos, la soledad, el no saber lo que viene después ni casi porqué llegó lo de antes. Y eso, que voy de lujo. Pero es así. El jabón, lo aprovecho una eternidad, la ropa la lavo cuando puedo secarla,, aunque a mi miso, a veces, me repugna o me repugnaba. El agua, me la bebo, pero también la conservo, la mido, la valoro, como a la luz, las nubes y su dirección, la brújula, el camino, mis posibilidades reales, sin sueños, o luego lo pago. Tanto me despisto, tanto pago. Salí con dos paquetes de clinex. dos paquetes. Hace un mes, casi. Aún me queda medio paquete. Cada uno, lo uso y reuso hasta que acaba hecho polvo, migajas deshechas. Aquí no hay y, a veces, cuando comes y has de comer con las manos, no jusan servilletas. A veces. 
Ya no es una cuestión de dinero, es que no hay. Así, cada momento que vivo es intenso, con los cinco sentidos, pleno. No se nada de noticias ni del mundo, porque con el mundo que me rodea tengo suficiente. A través de los sentidos, de la memoria, de la observación, de la soledad, de la alegría, de empaparme y reír a la vez, de relacionarme, del placer de lo visto, olido, comido, sentido e incluso sufrido, porque no, VIVO.
Tengo los sentidos cada vez más abiertos, no mucho, pero noto que empiezan a desperezarse. Me voy habituando.
Soy una trinidad: Rocinante, mi tripa y yo.

1 comentario:

  1. Veo que la filosifa budista esta entrando en tu espiritu.... Te dejo una tira comica para que veas, que no eres el unico... Aunque tu te has aliado con ella...

    http://www.conejofrustrado.com/comics/2011-06-14-Conejo-Frustrado-116-Barriga-vs-Rodolfo.jpg

    Me ha gustado mucho el ultimo parrafo.... Lo releere... Un abrazo... Y mucha felicidad!!!

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