Objetivo:

viajar en la bicicleta, Rocinante, por diferentes culturas. Vivirlas, empaparme de ellas, de la lentitud del viaje, de las sensaciones, olores, sonidos, emociones y consecuencias. Ser esponja del mundo que me rodea en cada momento. Crecer un poco más, para ser más humano, sencillo, abierto. Y compartirlo.
De momento, Vietnam, Camboya, Tailandia, Malasia...














miércoles, 4 de enero de 2012

Ao Nang Beach. Segundo día. 35 km. Thailandia. Tailandia. Bicicleta.

Que bonito día. Me levanté tranquilo, como cuando se está de vacaciones, jajaja. Y no salí hasta las 11, 30 de la mañana, después de internetear un rato y de pensar como ganar algo con esto del viaje. He escrito a alguna revista, pero en mi país, precioso país, se tiene por costumbre, claro que no siempre, jejeje, no contestar a las ofertas de colaboración. De las que he hecho hoy, lógicamente, no puedo hablar, pero de las anteriores, tengo que decir, sin señalar a nadie, que es una cosa muy fea, que no contestó ni uno solo, de siete u ocho correos que envié. En fín, Serafín.
Salí camino del Sur, que ayer puse que fui al este, cuando en realidad, fui al norte, para ver otras cosas. Otras playas si era posible y a Neptuno, si se encontraba por ahí. No encontré ni una cosa ni la otra, pero a cambio, metiéndome por vericuetos y caminos, volví a darme de morros con la sencilla vida del país, sin turismos ni otras tergiversaciones.
Primero fui, porque la carretera ahí me llevó, al primer lugar donde llegué cuando venía de viaje, y en donde me indicaron que había pocas ofertas de resort y poca gente. Es verdad, hoy lo he visto. No hay casi nada, sólo un pequeño y seco, con la marea baja, embarcadero y un resort. Hecha la foto pertinente, continué la carretera para ver dónde me llevaba. Me llevó, sin interrupciones, porque no había caminos que me permitieran salirme, al Laem Pho Mollusc Fossil, del  Hat Noppharat Thara-Mu Ko Phi Phi National Park. (puffff, lo que me ha costado escribirlo).
Es un gran bazar de objetos hechos con conchitas y restos de conchitas, amén de caracolas y otras cosas. En cuanto al Mollusc Fossil, bueno, pues eso, el cartel y poquita cosa interesante más, salvo que la taquilla, cuya entrada costaba 200 bath, estaba sin personal y entrábamos a placer. Me ha llamado la atención un joven que hacía fotos, con todo el descaro a cuantos pasábamos por delante de él, pero uno a uno. Estaba retranqueado, el joven, junto a uno de los puestos, justo antes de una escalera de bajada al mar, pero a pesar de la evidencia, nadie decía ni pío.
Cuando subí, con la intención de hacerle una foto a él con la misma osadía que él utilizaba, jajaja, vi que tenía un puesto de fotos, donde en ese momento, estaban colocando las fotos realizadas y fundidas en una tarjeta de recuerdo del lugar , para su venta, jajaja.
También había un mono, que no le gustaba nada que le sacaran fotos, porque me enseñó los dientes de manaera muy agresiva, así que hice mutis por el foro y me largué a ver a un abuelete que tocaba el violín para sacarse unos duros.
Ahí acababa la carretera ancha y buena pero había una carreterilla, de cemento, con huellas de aves, que salía a la derecha un poco más a delante. Buscando playa y nuevas emociones, me metí por ella. Veía el agua a mi derecha, pero no había manera de llegar a ella y cuando lo conseguí, en un par de ocasiones, no era playa, eran rocas volcánicas y otras cosas poco agradables para darse un chapuzón.
A pesar de la poca actividad comercial que tenía la carreterilla, afortunadamente, había un puesto de comida que en ese momento, estaban preparando un arroz frito con verduras que los ojos se me iban tras de él. Pedí lo mismo, pero que le añadiera un huevo. Y la lié. Porque la señora se hizo un jaleo, y me puso un arroz blanco, a palo seco, con 2 huevos fritos sobre él. Bueno, entre los huevos despanzurrados, y cosas que siempre hay en las mesas en tarros, me quedó un rico y condimentado plato. Eso sí, sólo 25 bath, prácticamente medio dólar.
Cuando salí, todo picante, me encontré a un señor haciendo una cometa que era una joya de sencillez, artesanía y buen diseño y trabajo. Tensé la rienda izquierda para hacer girar a Rocinante y nos detuvimos a saludar, ver y felicitar al hombre por su labor, que muy nervioso y tímido, posó con 2 de sus obras. Una auténtica joya de liviandad.
Lo bueno fué que un poco más a delante, estaban intentando volar, sin éxito, por falta de viento en ese momento, una cometa semejante a las del señor. No sé si la habría construido él, pero era muy similar. Y un poco más a delante, la carreterilla, se acabó.
Hacía calor, el sol pegaba y necesitaba una parada en una sombra cuanto antes. La oportunidad, la encontré cuando ví a una señora, que en la puerta de su casa, en el porche, fabricaba figurillas con conchas, como las que luego venden en las tiendas.
Mi empeño por llegar al mar, no cejó, con lo que llegué a un cementerio, pegado al mar, eso sí, a una construcción abandonada, a un resort, también abandonado y a un bosque, con una barca, en el que había algún manglar. Pero playas, ni una, sólo la que, para rematar el día, hay en el pueblo en el que vivo, donde fui a darme un par de baños y ver la puesta de sol.











las fotos, listas para su venta

El joven

estrangulado le tienen

menudo par de anillos!!!




gasolineras en zonas remotas










Huellas de aves






la puesta de sol del día

la gota


1 comentario:

  1. Me maravillan los colores, en sus ropas, en los arboles, parece que hubiera alegria en cualquier lado... Y la cometa, preciosa...


    Un abrazo...

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