Objetivo:

viajar en la bicicleta, Rocinante, por diferentes culturas. Vivirlas, empaparme de ellas, de la lentitud del viaje, de las sensaciones, olores, sonidos, emociones y consecuencias. Ser esponja del mundo que me rodea en cada momento. Crecer un poco más, para ser más humano, sencillo, abierto. Y compartirlo.
De momento, Vietnam, Camboya, Tailandia, Malasia...














jueves, 15 de diciembre de 2011

Mueang Samut Songkhram-Phetchaburi. 98 km. thailandia

A las 2 de la mañana, estaba despierto. Me acosté a las 8 de la tarde-noche. No tenía nada que hacer en el templo y estaba cansado. Así que después de comerme las vituallas de emergencia, porque los monjes, de cena, nada, me encamé. A las cuatro, me volví a despertar y a las seis, también. Había dormido un montón de horas y ya no aguantaba más la horizontal. Era de noche cerrada. Yo creo que va anocheciendo y amaneciendo un poco más tarde. Después de recoger tranquilisimamente todo, de ducharme, de tomarme 2 cafelitos, lavarme los dientes y cien cosas más, aún eran las siete menos cuarto. Acaba de amanecer, el día estaba un poco brumoso y la temperatura era estupenda, tirando a fresca.
El tráfico, son embargo, llevaba despierto largo rato y los camiones y su atronador ruido me ofrecían una compañía nada agradable.
Las piernas funcionaban bien, un poco remolonas al principio, como yo, después de tanta cama. Los autocares de los turistas, muy de lujo, estaban parados en las áreas de servicio, afortunadamente, y el arcén era estupendamente ancho. Rápido me desvié para llegar al pueblo donde hay un mercado en el que a determinadas horas pasa un tren y también un mercado flotante. Según iba llegando al pueblo, la cadena empezó a cantar un chirrido nada agradable. Como no llevo aceite, pregunté en una tienda por aceite para cadenas. Cuando no te entienden, pueden hace dos cosas. O te ignoran y siguen a lo suyo, o les entra la risa e intentan ayudarte. Por fortuna, éste fue el caso y la chica de la tienda, a la que hice salir para que viera la cadena y explicarle por gestos, aciete para ella, cogió su bicicleta y me llevó bien lejos a un taller de bicis, donde a Rocinante le dejaron su cadenita bien engrasada, pero bien. Chorreando. Además, el buen hombre, me dio un tarro de aceite. Y todo de regalo. Reverencias con las manos en posición de rezar y dobladas de tronco para delante, a rabiar, de agradecido que quedé. Sin chirridos, me hice treinta kilómetros para ver el mercado flotante, que debe de ser un montaje para turistas, porque yo, desde luego, no lo vi a la hora en que yo pasé. Aproveché para tomarme una sopa con cosas y una pepsi. Más cabreado, jajaja, que una mona, volví a la general y paré a tomarme un refresco de té (hacia un calor endiablado) y a preguntar por la ruta. Me indicaron que, mi destino de hoy, por la ruidosa autopista, eran 110 km y por una carretra más pequeña, 80. Ni dudarlo. Cogí la pequeña y casi solitaria carretera. Qué gusto, tan poco tráfico y tanto silencio. Poco después, vi una camioneta exprimiendo cañas. Por aquí, son muy escasas, de modo que, como me encanta, compré un botellín y me lo metí para el cuerpo. 
Ahí comenzó mi suplicio, jajaja. Tantas bebidas, la comida picante, los cafés de la mañana… hicieron potobrooooom en mi estómago y empecé a tener retortijones. La carretera estaba delimitada por salinas a ambos lados y la tripa se explicaba cada vez con mayor apremio, pero no tenía donde darla satisfacción. Dos veces, a punto estuve de quedarme con el culo al aire en la cuneta. Por fortuna, pude aguantar hasta llegar a una casa abandonada, donde di rienda suelta a parte de los problemas. Porque más tarde, no mucho más, estaba en las mismas, y casa abandonadas no hay tantas. Los kilómetros pasaban y no encontraba la manera. Me metí por un carretera más pequeña, para ver si tenía algo de intimidad. Volví a encontrar otra casa abandonada pero, aparentemente, estaba rodeada de ciénagas. Apremiado, deje a Rocinante apoyado en un poste de la luz y, a pie, más bien corriendo, buscaba la dichosa entrada mientras los retortijones subían y bajaban por mis tripas. No había entrada, tenía que aguantar o buscar otro sitio. Volví a Rocinante. la bolsa de los tesoros, el manillar y parte de la bici, estaba invadida de hormigas marrones, casi transparentes. Según puse la mano en el manillar, una me arreó un mordisco de no te menees. Se me empezaron a subir por los brazos y a morderme. Empecé a dar manotazos. Eran asesinas y me querían comer. Con los manotazos, tiré sin darme cuenta el reloj cuentakilómetros. Rocinante estaba invadido. Había miles, atacando a diestro y siniestro. Quité la bolsa del manillar, para intentar tener el campo más despejado y, en encarnizada lucha, conseguí, tras unos minutos interminables, acabar con casi todas ellas, porque parte se metieron dentro de la ropa y me fueron mordisqueando hasta que no dejé ni una. Salí, sin retortijones ya, como una exhalación. Poco después eché de menos el cuentakilómetros y tuve que volver a por él. 
Al que me dijo que en Thai no hay problemas para encontrar hotel, le voy a pedir explicaciones, si lo veo, jajajaj. Total, que a la postre, me he tenido que hacer 100 km, para encontrar un aposento con internet, que no me ha servido de nada, pues no me ha escrito nadie ni en casa se conectan, jajaja. Pero bueno, aprovecho para colgar las entradas en el blog. Y también aquí, he visto un lagarto (este no estaba en el agua y no he podido hacerle fotos), que cenaba una familia con él. Jopé con los animalitos de la zona.

La sal, una vez recogida, a la venta

Salinas con molinos que sirven para mover los pedales que hay a la derecha

Casa barco

Santón gigante. Atención al tamaño del monje



Bicicleta choper con carrito

Mercado con tren por el medio. Vagoneta


Super rio





Apisonando las salinas


Chopitos a millones, secándose





Arbol del durian

Entramado de bambú para recolectar frutos. No se cuales

1 comentario:

  1. Me alegra verte bien, y saber que tu viaje continua, yo al igual que tu ando de lo mio, tengo un trancazo del 40 pero todo pasara...

    Un saludo y un abrazo muy fuerte.

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