Día 30. Mántua. Continúa diluviando y Miguel descansando

Otra jornada de asueto en la parroquia de Mántua. Plan díario (en comunidad): Levantarse a las 6.30. Salida al patio a dar una carreras para asustar al cuerpo, desayuno pantagruélico a las 7.30 hasta la 8 y a meditación. 2 horitas en las que él, según me ha contado, se duerme como los angeles, con tal cara de felicidad que, en la congregación, ya hablan de él como si entrara en éxtasis con el señor. A las 10, tras grandes esfuerzos para sacarle de las meditaciones, de las que sale con cara de mosqueo, para alboroto de todos, clase de religión durante una hora y almuerzo: bocadillo de chistorra o similar, zumos diferentes de auténtica fruta y quesos variados. A continuación, visita y ayuda a las personas necesitadas, relaciones con las gentes de la comunidad y paseos turísticos de libre albedrio, hasta la hora de comer a las 14.30, para después recoger los platos y a dormir la siesta dos horitas.
A las 17.30, con gran esfuerzo, asiste a lo que se llama terapia de grupo, donde cada cual expone lo que tiene pensado hacer en cuanto se vea liberado. Y a las 18.30, talleres. Los hay de explosivos, antialarmas, magia y descerrajería. Merienda, tiempo libre, ducha y cena. Y está, tan contento que, ya le llaman patercito Miguel. Continuaraaaaa......