Día 70. Veles-Gevgelija, Macedonia

Hoy he llegado tarde a casa y me he encontrado con Rocinante saltarín y brioso. Ante semejante júbilo, e incluso antes de cenar, he decidido averiguar el motivo del mismo, a si que, tras liberarle plenamente, le he seguido. Contento, saltarín y animoso, me ha traido ante el ordenador. Grandes relinchos, cargados de alegría me han incitado a arrancar la máquina. Y, cuando , tras haberlo hecho, he abierto la página de Miguel, www.viajarenbicicleta.com, he entendido perfectamente a Rocinante. Ahí, no solamente estaba Miguel en estupendas compañías, también estaba Bartola, guapa como sólo ella puede estar, con su pata averiada y luego curada, con paisajes infinitos de espacio y belleza, con ese traje que tan bien le queda y que anima a seguir a delante, a por más...
Y él también quiere.

Gracias Vlado y familia. Muchas gracias. A vuestra disposición.

Y para que contar más, si él ya lo cuenta mucho mejor que yo. Un beso muy grande, tan grande como la felicidad que sientes, Miguel. De toda tu familia.