Os cuento: el penúltimo día, antes de volver, en el jardín que hay entre las dos mezquitas, la Azul y la Santa Sofía, se me enganchó la zapatilla en la valla que separa el empedrado del césped. Se dieron cita, lógicamente, según murphy, dos siniestras circunstancias: A) mi dirección era del césped a el empedrado. B) no solamente me pegué un batacazo de cuidado, si no que me quedé con uno de los hierros de la bonita valla incrustado en mi muslo izdo., justo junto a las gonadas, exactamente. Crei que me entraba por atrás y me salía por delante. Afortunadamente no fue así (te jorobas, Murphy).
Con el impulso del cuerpo, y al atascarse el pie, justo cuando iba dando el paso, salí despedido hacia a delante. Caí como pedrusco de 80 kg, contra el empedrado, la cámara de fotos, una supercámara adquirida tras muchos ahorros, también se estrelló, mi codo derecho podía haberse hecho añicos y los turcos que por allí estaban, me dieron el mejor tratamiento y ayuda que se pueda dispensar. Gracias.
Pero, como se ve que aún quedan coscorrones que darme, quiso la fortuna que, la cámara, a pesar del galletazo, sólo tenga rota la tapa de la batería, mi codo, nuevo, mi cuerpo, salvo el muslo, intacto y sin dolores y el muslo, con una brutal contusión, cierta insensibilidad y un tremendo moratón. O sea, nada. Y el médico me ha mandado 15 días de reposo relativo, nada más.
así estaba un día y medio después. La marca del hierro. Mas tarde el moretón se hizo más grande. Mucho más grande |
Cuidate... Por cierto... el botiquin en la alforja que no falte....
ResponderEliminarSaludos!.