Hice compra de frutas, tomate y pepinos y había decidido hacer un día de "verde", nada más. Pero a la hora de la cena, tenía un hambre canina y me fui a cenar pescado, que mañana toca pedalear y hay que estar fuerte. En medio de la cena, casi al final, una familia que también estaba cenando, se marchaba y un niño, como de tres o cuatro años, quería despedirse de mí. Si madre le inquirió a que lo hiciera. El niño vino hacia mí, se planto cerca, junto sus dos manitas delante del pecho, altas, como corresponde saludar a una persona de edad e inclino la cabeza, con una humildad y una belleza que casi me lo como. Menos mal que ya tenía el estómago lleno. Pero me gustó tanto. ¡Fué tan bonito!.
La ruta, me tiene confundido. Echaré a andar y, sobre la marcha, iré decidiendo.
Muchas gracias a las nuevas incorporaciones a la lista de seguidores, y a los que con sus comentarios, me alientan. De todos recibo ánimos. Espero no defraudaros. De cualquier manera, muchas, muchas gracias.
El gran cangrejo de Kep |
El salón del guest house en el que vivo |
Esta es la lluvia que me fastidio la colada. Recepción |
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